jueves, 16 de mayo de 2013

Yamaha SR 250 Special











Después de un tiempo el cual he estado dedicado a una nueva pasión la cual me está robando todo el tiempo vuelvo al blog con la idea de compaginar mi nueva pasión con el blog.
Para todo aquel que no lo sepa, desde el 1 de junio de 2010 soy el más que orgulloso propietario de una Yamaha SR 250 Special, sin duda alguna por fin conseguí cumplir un sueño de la infancia, “TENER MOTO” y como todo en esta vida conseguir un sueño cuesta y este no podía ser menos. 

Fase 1

Lo primero y lo más difícil fue sacarme el carnet para poder conducirla el cual no me saque cuando tocaba por falta de capital y sobre todo la negativa de mi santa madre a que pudiera tener el carnet para conducir esas maquinas diabólicas, así que junto a mi ex socio y un compañero del trabajo (Sergio y Santi) nos fuimos a Tortosa (ciudad cercana) a sacarnos dicho carnet, eso si antes de que cambiara la legislación y tuviéramos que hacer un examen práctico y dos teóricos (pista y ciudad). El examen práctico fue relativamente sencillo y lo aprobamos los 3 a la primera, la practica ya me costó un poco más, concretamente a la 3ª intentaba tras tener que renovar papeles y con un precio final de todo el carnet de 550€ (por si os interesa os diré que Santi se lo saco a la 1ª y Sergio a la 2ª) una vez ya con el carnet aprobado y sin que mis padres se enteraran solo faltaba esperar a que llegara a acaso y que mis padres no se enteraran cogiéndolo antes que yo del buzón, lo cual no sucedió porque llego 2 días antes de lo previsto y mi madre se entero, el pollo fue de de los gordos… ¡!Que para que quieres el carnet!! ¡! Que en mi casa y mientras este yo viva nunca tendrás moto!! Y demás pero bueno solo era cuestión de campear el temporal y esperar a que se le terminara el disgusto inicial. Y una vez concluida la fase 1 solo era cuestión de tiempo para que empezara la fase 2.

Fase 2 

Si algo tenía claro desde el momento que me saque el carnet y teniendo en cuenta que para poder conducir cualquier moto de las que me gustaban tenía que esperarme 2 añitos o bien esta limitarla a 25occ o bien 49 caballos de potencia era que antes de comprarme una moto nueva iba a comprarme algo pequeñita para aprender y no matarme a las primera de cambio, me gustaban o bien la Yamaha Sr 250 o la Suzuki Tu y  las había visto por internet entre 700€  y 1000 € y lo mejor que tenían este tipo de moto es que luego a la hora de cambiarte de cilindrada la podías dar en la casa o bien venderla a un nuevo conductor novel, pero tampoco era algo que me quitara el sueño, estaba ahí y estaba dentro de los márgenes de gastos que podía asumir, para ir haciendo algo de dinerillo le compre a la prima de Sergio una hucha en forma de moto, el siguiente paso era llenarla de monedas de 2€  y así el día que fuera a comprarme la moto todo eso que tenia ahorrado. A principios de verano del 2009 me encontré de pura casualidad a mi amigo José Manuel el cual al igual que yo también se había sacado recientemente el carnet de moto (concretamente 4 meses antes que yo), el cual se había comprado una Yamaha SR 250  Special, José es muy buen mecánico y la había conseguido bastante baratita y la pensaba restaurar, para disfrutarla unos añito hasta que pudiera comprarse una de mayor cilindrada. Era la moto perfecta para mi, y encima mientras él la restauraba y la disfrutaba a mi me daba tiempo para ir ahorrando, fijamos el precio en 500€ y con la promesa que si me surgía un problema con la moto el me ayudaría en su justa medida, eso si pagándole, porque como siempre he dicho…”prefiero pagarle a un amigo el dinero que sea justo antes que se lo lleve un taller” y así quedamos cuando el se cansara de la moto y el la fuera a vender la primera persona seria yo y por ese precio 5oo€.
Y así fue a mediados del mes de mayo del año 2010  José Manuel me vendió su SR 250 Special.

El 1 de Junio del año 2011 era el flamante propietario de mi SR 250 Special, ahora lo difícil era que mis padres no se enteraran.



Fase 3

Con la ayuda inestimable de mi ex socio Sergio, mi hermano Félix y Miquelón continuamos con los últimos ajustes de la restauración que le estaba haciendo su anterior propietario (José Manuel) le fallaban el clausor, le faltaba el tapón del depósito y le faltaba una tapa lateral, cosas que tenía que solucionar lo antes posible ya que al contrario de lo que le pasaba a su anterior propietario yo no tenía la suerte que durmiera en un garaje particular y de ahí al robo son 2 minutos, aparte de tener el hándicap de ocultarle su existencia a mis padres, los cuales ni sospechaban de su existencia.







 

En menos de 7 días y gracias a internet, (de donde saco las precias de segunda mano) a Sergio el cual me cede un cachito en su garaje  y a en la parte del montaje de piezas a Miquelón  y José Manuel ya tengo la moto lista para comenzar con el aprendizaje, ya que toda mi experiencia sobre una motocicleta era nula, sí que es verdad que antes de que es su día fui propietario de un vespino pero ya hacía demasiado tiempo de aquello y aparte estábamos hablando de una moto de 250 cc de marchas,  las cuales solo había tocado para sacarme el carnet, así que cada vez que tenía un rato libre me escapaba de casa con cualquier escusa y me iba a dar vueltas al polígono industrial cercano,  siempre intentando evitar encontrarme con mis padres que todavía seguían sin saber nada. A mediados del mes de Julio de ese mismo año mis padres marcharon para Béjar (ciudad Salmantina donde suelen quedarse hasta pasados los santos), tenía todo un verano para disfrutar de las 2 ruedas y luego ya se me ocurriría algo para cuando fueran a llegar.







Fase 4

En menos que te lo estoy contando paso el verano, los Santos y las primeras nevadas llegaban a tierras salmantinas así que eso solo significaba una cosa “Mis padres volvían a Hospitalet” seguía sin saber cómo explicarles que mi vida había cambiado, que ya no era el mismo, que me había motorizado y solo se me ocurrió una manera de explicárselo (otra forma no entraba en mi cabeza y lo que no estaba dispuesto era a encerrar nuevamente a mi Special y ocultarle su existencia a mis padres), desde que se fueron había ido prácticamente todos los días a trabajar con ella y el ahorro en combustible había sido más que significativo así que plantee atacarle por ahí, pero luego pensé….que si después de tener más de 37 años todavía tenía que ir justificándome por el mero hecho de vivir en su casa a lo mejor era ya hora de abandonar el nido materno y buscarme mi propio apartamento así que como justo el día que venían me tocaba trabajar de tarde y como cada vez que vienen de viaje lo primero que hacen es ir a ver a mis sobrinas y cenar en casa de mi hermano pues así quede con él. Félix conocía el odio que a le han tenido siempre mis padres a las motos y de ahí yo creo que a mi hermano y a mí nos gusten tanto. Yo al terminar de trabajar iría a su casa a cenar y después de la misma se lo diría así sería una lucha de igual a igual, un 2 a 3 con la ayuda de mi cuñada (María Jesús) y así fue después de cenar se lo solté, con la escusa de lo que me había ahorrado en combustible y recordándoles que uno ya tiene una edad y no me iba a dedicar a hacer el cafre con las 2 ruedas, siempre sabiendo donde están el peligro y el riesgo.

Mi hermano (al igual que yo) no se saco el carnet de moto con 18 años y luego por no irle muy bien cuando me lo saque yo,  tampoco se lo pudo sacar. En un principio su idea era comprarse una 125cc para no tenerse que sacar el carnet, así que se compro una Honda Shadow 125cc de segunda mano muy bien de precio, pero a los 4 meses se dio cuenta que se le quedaba en nada así que coincidiendo que un compañero de trabajo le compro la moto mejor de lo que el la compro y le así mismo le surgió la oportunidad de comprarse en Castellón  una Harley-Davidson modelo Sporter883,  pues se tuvo que apuntar a la autoescuela y sacarse el A (con la legislación vigente en España con él A puedes llevar motos de asta  47,5cv y siempre y cuando sin limitar no supere los 95cv y como su moto no da más de 45cv seguramente ya no se saque el carnet A2)






Epilogo    
       
Reconozco que sus caras fueron un poema y que el cabreo todavía les dura y que no entienden todavía que les vemos a las motos, pero es así y así será.






 
















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